RESEÑA HISTORICA
El señor de Tula apareció en 1722, celebrándose la fiesta en su honor por primera vez en 1724. La tradicional feria de Jojutla se remota al siglo XVIII. La aparición de la imagen milagrosa de un Cristo crucificado conocido como el señor de Tula, es el acontecimiento que marca el inicio de una nueva etapa en la historia de la región sur de Morelos y cuando sienta las bases para que Jojutla logre transformase en el principal centro poblaciones de esta región. La historia refiere que el 14 de Septiembre de 1722, cuando el arriero José Cerón Leñaba una cubata en el paraje conocido como Lomas del Potrero de Tula en la conocida Hacienda de San Gabriel las Palmas, municipio de Amacuzac, al propinar un hachazo emano sangre del árbol, descubriendo un crucifijo negro al que había herido con su herramienta. Tras notificar el hecho a sus superiores, la imagen fue trasladada al pequeño templo de la Hacienda, desapareciendo sorpresivamente por cuatro ocasiones y apareciendo igual numero de veces en el paraje del Potrero de Tula. Esto ocasionó que el crucifijo fuera trasladado al convento de Santo Domingo en Tlaquiltenango (poblado sede de las autoridades civiles, eclesiásticas y militares de la región en aquel tiempo), dado que los dueños de la Hacienda de San Gabriel temieron que por lo sucedido se formara un pueblo en sus propiedades. El traslado de la imagen a Tlaquiltenango se verifico el 1 de enero de 1723, pero el quinto viernes de cuaresma, mientras se celebraba la misa de la mañana y después de la congragación, fieles y sacerdote se percataron de que el señor de Tula había desaparecido, sin que nadie pudiera explicar lo suceso, hasta que por la tarde de ese mismo día, gente del cercano caserío de San Miguel de Arcángel de Xoxoutla(Jojutla), se presento ante los religiosos para informales que el crucifijo había aparecido en el pequeño templo de Nuestra Señora de Guadalupe. Desde entonces se acordó conmemorar el hecho y el 14 de Septiembre de 1724 se celebro por primera vez la fiesta en honor al señor de Tula. Sin embargo en 1848, siendo presidente municipal el Jalisciense Ricardo Sánchez (introductor del arroz en Jojutla en el año de 1836), se determino cambiar la fecha de la festividad al día 1 de Enero, ya que en septiembre se hacia la cosecha de la gramínea, denominándose desde entonces “Feria de Año Nuevo”
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